Ganadería extensiva, base de nuestra alimentación y de desarrollo del territorio

Hacer atractiva la actividad de la ganadería extensiva como profesión es uno de los retos que tiene actualmente este sector. Necesitamos llegar a los jóvenes, que vean que hay futuro aquí, que se usan nuevas tecnologías, que hay nuevas formas de gestión que permiten conciliar la vida profesional y personal… Y además tenemos que ponérselo fácil, porque es cierto que el principal problema de esta actividad es el acceso a la tierra para poder dedicarte a ella. Tener terreno para una explotación ganadera en extensivo es complicado y sería vital poner en marcha medidas que lo faciliten de alguna forma.

Precisamente el relevo generacional es uno de los asuntos que abordaremos en noviembre durante el IV Congreso Hispano-Luso de Ganadería Extensiva, para el que la localidad portuguesa de Ourique toma el relevo de Cáceres, donde ya lo celebramos hace dos años. Aquí abordaremos asuntos como la comercialización, la sanidad animal y vegetal o la generación de valor en el territorio, entre otros.

Y es que la ganadería extensiva es, sin duda, esencial para nuestra alimentación y para el desarrollo del territorio. Estamos hablando de razas autóctonas, de bienestar animal, de manejo profesional, de aprovechamiento de recursos naturales, de conservación del medio ambiente… de tantos aspectos positivos para toda la sociedad que hacen que, si la ganadería extensiva no existiera, habría que crearla.

Por eso es preciso que haya políticas que impulsen el desarrollo de la ganadería extensiva, fundamentalmente en materia de sanidad animal. Sería conveniente que existiera un consenso entre todas las comunidades autónomas en esta área, teniendo en cuenta que actualmente tenemos distintas normativas con diferentes y múltiples condiciones que nos complican mucho, por ejemplo, el movimiento de ganado vivo. Y esto dificulta mucho la actividad a la hora de comercializar el ganado. Es primordial una homogeneidad en este asunto.

Las Administraciones regionales deberían contar con una política coordinada y única en materia de sanidad animal, que fuese común para todas las comunidades autónomas y que además desde el Ministerio se trabajase para que fuese una política acorde también con Portugal, abordando este asunto también desde una óptica transfronteriza.

Sería una forma de impulsar este sector, tan sostenible desde todos los puntos de vista. Es fundamental poner en valor este sistema extensivo de producción ganadera y, para ello, es indispensable dar a conocer la importante aportación medioambiental de su gestión e impulsar las cooperativas ganaderas, que juegan un gran papel en todo ello, ofreciendo un profesional en el asesoramiento técnico a ganaderos y en la creación de valor de sus producciones.

Creo que es destacable la fortaleza que representan las cooperativas agroalimentarias y que es preciso impulsar la comunicación por parte del sector agroganadero para dar a conocer a la sociedad todo lo que representa. La ganadería extensiva en la Península Ibérica tiene una importancia trascendental para toda la sociedad, así como su papel en la sostenibilidad medioambiental pero también las personas, que son clave en el mantenimiento del territorio.