Necesario diseñar un modelo de PAC específico para la ganadería extensiva

Los próximos 14 y 15 de noviembre, todo el sector de la ganadería extensiva tiene una cita en Ourique, donde tendrá lugar el IV Congreso Hispano-Luso de ganadería extensiva y desarrollo rural.

Este congreso, nació con el ánimo de poner en valor y de diferenciar la ganadería extensiva, aquella que se cría en las dehesas, propia de todo el suroeste de la península ibérica, de la intensiva y, hacer ver, a la sociedad en general, y a nuestras administraciones, en particular, el abismo existente entre ambas, para las que es imposible la aplicación de las mismas políticas de desarrollo y sostenibilidad.

Pienso que en aquella primera edición, conseguimos alcanzar nuestro objetivo, y que, el enfoque del congreso ha podido cambiar mucho, para centrarnos ya, en esta IV convocatoria, en los problemas que arrastra nuestra forma de producción en extensivo, que no son pocos, ni de fácil solución.

El lema elegido en esta ocasión es “Caminos para la sostenibilidad y el relevo generacional”, principales preocupaciones y amenazas a los que nos enfrentamos los que producimos ganado en las dehesas de la península ibérica. Pretendemos en este congreso ahondar en ambas cuestiones, descifrando, las causas por las cuales la sostenibilidad no está garantizada, y el relevo generacional no se produce.

Para que la actividad ganadera sea sostenible, debe serlo ambiental, social y económicamente hablando. Si bien la ganadería extensiva cumple con creces las dos primeras, pues conforma un modelo productor fundamental para el mantenimiento de los ecosistemas y la biodiversidad de nuestro territorio y, además, fija población en territorios rurales; es una realidad que está muy limitada en cuanto a sostenibilidad económica se refiere. No cabe duda que ello afecta a que no sea una actividad atrayente para nuestros jóvenes, y el relevo generacional no se esté produciendo como debiera.

Bajo mi punto de vista, no es sólo cuestión de baja rentabilidad, también influye y mucho, la visión que la sociedad tiene de esta actividad, el “sacrificio” que implica su desarrollo, sin descanso en fines de semana ni festivos, así como el gran peso que la burocracia administrativa carga sobre los ganaderos.

Las políticas de desarrollo de este sector deben contribuir a incentivar a los jóvenes a su incorporación y al mantenimiento de la actividad de los no tan jóvenes abocados al abandono de la misma, en base a políticas reales de simplificación de la carga burocrática a todos los niveles, con el desarrollo de normativas simples que se puedan cumplir, así como con políticas que velen por el cobro justo de los productos ganaderos con alto valor añadido, como son los nuestros.

Durante este IV Congreso, en el que participarán grandes expertos en todas las materias, e incluso políticos y personas capaces de tomar decisiones con respecto al futuro de este modelo de explotación, también se expondrán los resultados de varias encuestas, realizadas entre ganaderos socios de las cooperativas OVIPOR y COVAP, poniendo así de manifiesto la realidad actual y el futuro inmediato de nuestro modelo ganadero.

Para revertir la evolución y tendencia actual de caída libre y abandono de explotaciones, será necesario actuar de manera inmediata en varios frentes:

- Por un lado, sería necesario diseñar un modelo de PAC específico para la ganadería extensiva, que sea simple, exento de burocracia y con suficiente dotación económica, de tal manera que permita rentabilidad económica a los jóvenes que seamos capaces de ilusionar.

- Tenemos que hacer ver a nuestra sociedad la importancia para el futuro de todos de la necesidad de conservar este modelo de explotación y evitar las campañas de desprestigio que llevan a cabo grupos (ecologistas, animalistas, veganos, etc.), que permanentemente atacan, sin conocimiento, este modelo.

- Y por último, convencer a nuestros políticos de que actúen. Que dejen de hablar de lo bonito y beneficioso que es la existencia de la ganadería extensiva en nuestro territorio y tomen, ya, decisiones que hagan realidad la incorporación de jóvenes y el relevo generacional que tanto necesita este modelo.

Desde estas páginas quiero animar a todas las personas que las lean a participar activamente en este congreso. Somos muchas las personas enamoradas de nuestro mundo ganadero y no nos podemos dar por vencidos. Debemos seguir luchando hasta conseguir dejar a las futuras generaciones un campo mejor, capaz de producir alimentos únicos.